Temática |
Test de balance. Cómputo de las pérdidas para la reducción obligatoria de capital y para la disolución por pérdidas. |
Resumen |
Consulta planteadaConsulta sobre la determinación de pérdidas para la reducción obligatoria de capital y para la disolución por pérdidas, y si las pérdidas por deterioro reconocidas deben ser consideradas para estas evaluaciones. Respuesta del ICACLas pérdidas por deterioro de ciertos activos no deben computarse para determinar la necesidad de una reducción obligatoria de capital o disolución por pérdidas, según la normativa vigente. Esta disposición fue específica para los ejercicios cerrados en 2014, y ya no aplica para ejercicios posteriores. La situación de la empresa, incluso en disolución, no impide la aplicación del principio de empresa en funcionamiento, a menos que los administradores consideren que la continuación es inviable. |
Texto íntegro |
Consulta |
Sobre la determinación de las pérdidas para la reducción obligatoria de capital y para la disolución por pérdidas. |
Respuesta |
La normativa reguladora de la reducción obligatoria de capital (sociedades anónimas) y disolución por pérdidas (sociedades de capital) está recogida en el artículo 327 y 360, respectivamente, del texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2010 de 2 de julio. La consulta versa sobre si las pérdidas por deterioro excluidas del cómputo se refieren únicamente a las reconocidas en el propio ejercicio 2014 o a las pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores.
Este Instituto carece de competencias para interpretar aspectos de índole mercantil, distintos a los estrictamente contables, pero a la vista del literal de la norma que se ha transcrito y su evolución desde que fue aprobada en el ejercicio 2008 cabría hacer las siguientes observaciones.
A mayor abundamiento cabe señalar que la situación puntual de que la sociedad se encuentre en causa de disolución no implica por si misma que la entidad deje de aplicar el principio de empresa en funcionamiento. Sin embargo, si los administradores de la sociedad consideran que existen incertidumbres importantes sobre la posibilidad de que la sociedad siga funcionando normalmente, aunque sea con posterioridad al cierre del ejercicio, determinan que tienen la intención de liquidar la empresa o cesar en su actividad, o cuando no exista una alternativa más realista que hacerlo, la formulación de las cuentas anuales se regirá por lo dispuesto en la Resolución de 18 de octubre de 2013, del ICAC sobre el marco de información financiera cuando no resulta adecuada la aplicación del principio de empresa en funcionamiento. |